viernes, 24 de septiembre de 2010

El gran Tata

De lo mejor que hemos tenido

Hablar de Fernando Riera es hablar del hombre que quiso hacer en Chile, lo que hizo Uruguay en la década del 30, lo que hizo Brasil el 58 y lo que Argentina hizo el 78, es decir, el hombre que quiso convertirnos en una potencia futbolística mundial. Lo logro en su minuto, pero lamentablemente la idiosincrasia de nuestro medio jamás impulsó lo iniciado por el Tata en aquellos inicios de los años 60, desperdiciando muchas generaciones posteriores, y viendo como alrededor los demás se hacían grandes y nosotros nos quedábamos a la saga.

Por ende hablar de Fernando Riera es hablar del hombre que quiso cambiar la historia, y nos demostró que con trabajo serio (no haga de este término sinónimo de proceso) y disciplina, los chilenos podemos conseguir objetivos importantes en el fútbol, y porque no decirlo, en todas las disciplinas deportivas sobre todo, aquellas por equipos, en las que nos suele ir no muy bien.

Fernando Riera para los que no lo conocen, fue el primer jugador Chileno en militar en el extranjero, brillante su paso por el Rouen de Francia, donde acabaría su carrera. Comenzó su carrera como técnico en Portugal, en el Belenenses donde luego de esa experiencia tomaría nuestra selección, hasta ese minuto, acostumbrada a técnicos extranjeros, y hizo lo que cualquier técnico medianamente serio haría de inmediato con nuestros jugadores, foguearlos con equipos grandes y aplicar disciplina. Es por esto que el tata a sabiendas del venidero mundial de Chile el 62 llevo a nuestro equipo de gira por Europa. ¿El resultado? sendas goleadas en contra pero que a la larga nos servirían demasiado. La disciplina? Teníamos a Hormazábal, uno de nuestros mejores volantes derechos de todos los tiempos, pero el tata a sabiendas de su indisciplina le dijo "mientras tu no cambies tu actitud no juegas por Chile". En el mundial todos sabemos cómo nos fue, Chile fue el tercer mejor equipo de la Copa sólo superado por un gran Brasil, en un partido que perfectamente pudo ser también de Chile en la semifinal.

Pero el legado de Riera no se extendió. Y los Figueroa, Quintano, Caszely, Ahumada, Valdés y tantos otros cracks no tuvieron un técnico a su altura. Objetivamente, después de Riera, Chile cayó en un abismo de más de 30 años, donde, considerando algunas buenas campañas en libertadores, algunas esporádicas participaciones en mundiales, no se vió mucho más. Luego de Riera vino Jozic y lo del 91. Pero lo de Jozic tampoco fue duradero en Chile.Estuvieron Russo, Borghi, y no nos quedó nada después. Estuvo Sulantay a cargo de los jóvenes, haciendo grandes torneos, pero ahora que no está Don José, no se ve futuro en las juveniles de Chile. ¿Y después de Bielsa?.

Tal parece que lo de Riera se repite a lo largo de nuestra historia. No aprovechamos a quienes nos quieren hacer potencia. Es más los olvidamos. Ya nos olvidamos de Sulantay, si no fuera por lo del 62 ni nos habríamos dado cuenta que nos dejó el Tata. Creo que Don Fernando en su ultimo momento nos deja un mensaje. Que aprovechemos lo que tenemos. Que estudiemos su legado, estudiemos cómo nos quiso hacer grandes. Y que estudiemos también lo que hizo Don José, lo que hace Bielsa. Porque estoy seguro que la más grande alegría que le podremos dar a nuestro querido Tata, es que de una vez por todas seamos grandes para siempre.

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