El Refri en la cocina y las Camas en la pieza

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Con esa frase de un recordado y mítico contertulio, resume lo vivido hoy por parte de Coquimbo, que recibía a Copiapó, por la segunda fecha de la Fase Nacional de la Primera B 2011. Coquimbo ganó 3-1. Fue un partido bastante entretenido, por las ganas puestas por ambos equipos de hacer espectáculo, ya que ambos propusieron. Torrente esta vez puso a los jugadores en los puestos que le correspondían, como el caso de Juan Pablo Miño, que estuvo de 6, de patrón del medio campo, y no de central, como en la derrota con Naval. Mientras en Copiapó, Castañeda al parecer no aprendió mucho de la derrota sufrida en Caldera, hace unas semanas.  Copiapó es muy fuerte por las bandas, pero un queso por el centro, por ende Torrente apostó por el toque y la triangulación de Muñoz, Escobar, y Ross. Por ende yo esperaba más de Copiapó, o sea, no puedes caer en la misma trampa dos veces. Y así fue. Coquimbo, pese a las ganas de los de la tercera región, dominó el partido, y esta vez, si fue justo vencedor, y ojo, pudo ser goleada.

El partido se inició con mucho vértigo, se notaba en ambos cuadros equipos dolidos que querían recuperarse de algún modo, pero Coquimbo siempre fue más. Minuto 13, buen remate de Cristian Muñoz, Ever Caballero, protagonista del partido, da rebote, y Carlos Ross deja el uno a cero. Pero Copiapó, vino con ganas, y se verían recompensadas con un penal que en gol convierte Alexis Delgado, a los 34 minutos, el empate no era lo justo, pero las ganas de Copiapó le dieron ese toque de emoción al partido. Sin embargo Coquimbo se sabía de memoria como hacerle daño al equipo de Castañeda, y no fue raro que a los 45 + 1 del primer tiempo, Carlos Escobar con ese gol que nos acostumbra, de cabeza ganándole a todos, convierte el 2-1.

Segundo tiempo y Copiapó se fundió, poco se vio el equipo ganoso del primer tiempo, ya a los 23 minutos del complemento, Escobar, la figura del partido, hace el 3-1 y la tranquilidad para el hincha local ante un rival que ya quería que el partido acabara a esas alturas. En una de las tantas llegadas en que Coquimbo pudo aumentar, falta de Caballero fuera del área y el portero es expulsado. Luego incluso hay penal para Coquimbo, pero Ross manda el balón al vecino Club de Tenis.

Coquimbo gana el partido que tiene que ganar, y con la satisfacción de que Torrente aprendió las lecciones de Naval. Copiapó en tanto, tiene problemas por parte de Castañeda para leer los partidos, y eso está siendo muy clave para sus deseos en esta temporada.